Ayer me paso algo que tengo que contárselos..
La cosa fue así.. En mi casa tengo alarma y cada tanto se porta mal y se activa de la nada, y como tuve la mala experiencia que me entraron a robar (menos mal que no estaba) me asusto mucho cuando se activa..
Como el otro día que me estaba bañando, justo estaba enjabonada y llena de shampoo y la muy desgraciada se activo y yo no sabia si salir corriendo o enjuagarme o que hacer.. fue muy chistoso, debo admitirlo.
Como se disparo y ya tuve otros episodios similares llame al chico que arregla las alarmas para que venga a ver que paso. El día que tenía que venir no vino y después me re olvide. Y ayer se le dio por aparecer.. no era el mejor momento, había estado todo el día dando vuelta la casa corriendo muebles, limpiando.. osea imagínense mi aspecto: remera roja cuadrada esas que no te favorecen en nada y solo las usas para dormir o limpiar, babucha con la que tuve un pequeño accidente y tiene un agujero en la rodilla y a parte odio las babuchas, medias rayadas de peluchito, son re calentitas pero nada presentables y las zapas mas viejas que tengo que para colmo son blancas o fueron en algún momento. Obvio que necesitaba una buena ducha y mi pelo ni se parecía al de Marcela Kloosterboer en la publicidad del shampoo, ni estaba cerca.
La cosa es que en ese aspecto tan de entrecasa, escucho que tocan la puerta, dude en abrir pero lo hice y ahí estaba "el chico de la alarma", como abrí poquito me miro intrigado y pregunto si estaba ocupada y yo toda colgada me mire y dije: - No, pero estoy así nomas.. (ni que me fuera a invitar a salir o algo, me agarro vergüenza por contestarle de esa forma y por Verme de esa forma.. Pero bueno ya estaba jugada..) Me miro sonrió y paso. Hizo su trabajo y como siempre me saco charla. Me pregunto si no me aburría estando todo el día sola en la casa, cuestión que le conteste que no, que hacia teatro y piano; y ahí volvió a decir que él se aburriría todo el día en la casa solo, le dije que tenía tantas cosas para hacer en la casa que era imposible aburrirme y volvió a insistir con lo mismo cosa que como ninguna respuesta lo satisfacía le respondí que al no tener muchos conocidos en el pueblo, no tenía otra opción.. y ahí fue cuando de la nada me dice
-Ahh pero eso no es problema, cuando quieras invitame a comer.
A pesar de mi sorpresa por esa respuesta que la sentí como un tremendo palo, abrí la boca y le seguí el juego.
La cuestión es que una hora después lo tenía sentado en mi living comiendo pizza...
Esta historia continuara... ;)
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